REFLEXIONES DE UN GUSANO (Perdón al gusano), QUE ES HIJO DE DIOS

18.04.2015 10:33

 

REFLEXIONES  DE UN GUSANO (Perdón al gusano), QUE ES HIJO DE DIOS

 

 

El hombre de hoy no reconoce a Dios, no le interesa su plan, vive como si Él no existiese. Construye su ciudad sin tenerle en cuenta. Hay como un nuevo “Renacimiento” del hombre en desmedro de Dios. No hay límites, el hombre decide hacia donde va, sin ningún temor dice lo que está bien y lo que está mal, define una nueva “Palabra”. Pareciese que estamos en presencia de una nueva construcción de la Torre de Babel. Y esta situación no es solamente individual, sino que se ha encarnado en la cultura nuestra de cada día, en especial en la occidental que es la que conozco.

El hombre está escribiendo un nuevo “Génesis”. Define que Nadie lo creó sino que él se crea a sí mismo, define quién es hombre y quién mujer, define la manera de reproducirse, basada ella, en el placer y no en el amor. Culturalmente la familia, constituida en la unión de un hombre y una mujer,  ya no es la base de la sociedad, sino que la familia es algo más, lo que importa es el  ”yo”. La vida del hombre no está dirigida hacia los demás, sino que está dirigida a satisfacerse a sí mismo y los demás son aceptados o rechazados según esta visión.

Los roles del varón, como de la mujer se comienzan a desdibujar. Todo es igual. No reconocemos que Dios nos hizo varón y mujer. Una misma dignidad pero distintos roles.

Una clara manifestación de esta manera de pensar y obrar que se ha hecho cultura es, para mí, la tergiversación del rol de la mujer en la sociedad.

Para que no me tilden de machista, quiero hablar primero de la Mujer:

Dios al crear a la mujer, puso en ella su imagen y semejanza, pero principalmente le dio, su Ternura, su Belleza, su Magnanimidad, su Paciencia, su Fortaleza, su Templanza, rasgos especialmente propiedad de las mujeres. Le dio la capacidad de llevar una nueva vida en su vientre. Todas características de algo “precioso”, frágil que hay que custodiar. Es como la “joya” más valiosa de la humanidad. A tal punto es así, que una Mujer le dio la Humanidad al Hijo de Dios. Y Dios siempre ha mostrado su predilección hacia ella, por ejemplo en María Magdalena y sus compañeras, que fueron las primeras en recibir el anuncio de la Resurrección de Cristo. Las mujeres fueron prácticamente las únicas que acompañaron al Señor en su calvario.

La mujer no se debe sentir menospreciada, o rebajada porque no tiene el mismo rol que el hombre, sino por el contrario debe sentirse alagada por esta predilección de Dios.

Hoy en día con la pretendida liberación de la mujer, que sin lugar a dudas es la reacción a una discriminación injusta realizada por el hombre hacia ella, ha pasado a extremos tales que culturalmente, ella, ha dejado de cumplir su rol en la sociedad.

Se ha introducido en la mentalidad reinante que lo más importante para una chica, (joven mujer) es su realización personal y luego la familia. Estudia y se prepara para ser alguien en la vida, para ser plena y con ello realizar su aporte a la familia. No es que se prepara para ser madre, con todo lo suyo, y así ser plena, ser fructífera, sino que esto está en un plano secundario. Esto mismo se ve en el hombre, pero creo que es consecuencia de haber dejado la mujer su espacio, para querer mimetizarse con el rol del hombre.

Es así que tanto el hombre como la mujer han perdido el rumbo, ya no se complementan, sino que son individualidades que compiten entre sí.

Y los problemas se multiplican. En primer lugar la que sufre es la familia que pierde a su principal sustento que es el rol de la mujer. En segundo lugar, la misma sociedad que tiene que resolver los problemas de la desintegración de la familia, cosa imposible de realizar por cuanto no tiene los medios, la capacidad ni el espíritu que se necesitan. Podrá paliar algo, pero nada más. La educación moral y espiritual de los hijos no se realiza y se comienza en una espiral de sucesos que aumentan los problemas.

Vemos que en la sociedad nos faltan padres y madres, maestros, guías y todo por la destrucción de la familia.

Esto trae consecuencias no solo sociales, familiares sino que también económicas y medio ambientales.

El individualismo hace que cada uno quiera tener todo, los recursos no alcanzan y se fuerza a la naturaleza para que los aporte o se los trata de apropiar de algún lado, con el desarrollo de tensiones ambientales y sociales.

Haciendo una relación que puede ser loca, pero que se me cruza por mi mente, ¿no es esto lo que el Génesis nos cuenta en el relato del pecado original, en donde Eva consiente la insinuación de la serpiente y luego el hombre hace lo mismo ante la invitación de su compañera?

Puede ser una elucubración de mi locura, pero ¿no te parece que algo no anda bien?

Creo en una sociedad distinta, podríamos decir en una “Nueva Humanidad”, claro que esta no se va a lograr sin esfuerzo y sacrificio, pero principalmente no se va a lograr sin Dios.

Si no volvemos a Él, si no volvemos a que Él sea la base de nuestra humanidad, nuestros problemas no se resolverán, sino que por el contrario aumentarán.

Una Nueva Humanidad, basada en la familia que fundada en la unión de un hombre y una mujer, trabajan por ser co-constructores de una ciudad, la Ciudad de Dios. Cada uno en colaboración con el otro, no compitiendo sino complementándose en el amor, que es la entrega sin condicionamientos ni remuneraciones.

Una nueva Humanidad, basada en la solidaridad, en el respeto, la paciencia, la verdad, todas características que nacen del amor.

 

Ahora bien, ¿Cómo logramos esto? En mi vida, en nuestras vidas, en la sociedad.

 

Escuchando a Dios, relacionándonos con Él.

 

¿Pero dónde escucho a Dios?

 

Dios ha hablado y habla en su Palabra, en su Hijo, nuestro Señor Jesús.

 

Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

 

¿Qué me dice su vida?

 

Él no buscaba complacerse, sino buscaba complacer la voluntad de su Padre. Él confió en el Amor del Padre, en su predilección, aún en los momentos más duros. Se humilló, se entregó como cordero para el matadero. Y todo por Amor. Sin gritos ni imposiciones, respetando a todos. Sin juzgarlos, sin pre-juicios. Sin apagar la mecha encendida.

Si escucháramos esta Palabra, no buscaríamos nuestra realización personal, nuestra “felicidad”, sino que nos entregaríamos a los demás sin miramientos y en esa entrega estaría nuestra dicha.

Un padre y una madre, uno para el otro y juntos para los hijos, para su bien, en función de la voluntad de Dios. Sabiendo que esto requiere salirse de lo que piensa el mundo, creando una nueva cultura, la cultura del Amor, la solidaridad, de la entrega. Y todo esto en una íntima relación personal y familiar con Dios. Sin Él es imposible ser “Iglesia doméstica” en este mundo, ser germen de una “Nueva Humanidad”.

 

Pero alguien podría preguntarse, ¿esto no es nuevo, por qué no se logra?

 

Bueno creo que no se puede generalizar y hay experiencias de una vida distinta, pero podría decir por lo que veo, que no le creemos a Dios del todo y queremos tomar algo de Dios y algo del mundo. Y esto no puede ser.

 

No se le puede creer a Dios y al mundo.

 

El Papa Francisco lo repite permanentemente, huir de la mundanidad, no ser indiferentes a los demás, crear las condiciones de una cultura del encuentro, salir a escuchar, a dialogar. A respetarnos, a no querer convencer, sino a dialogar, a orar unos por otros, a esperar y confiar.

 

Una sociedad en donde el Bien Común sea el motor de su movimiento. El Bien de todos y de cada uno y todos trabajando por alcanzarlo, con su aporte personal, familiar y comunitario. Una sociedad en donde el “ser” sea más importante que el ”tener”. Donde la “realidad” sea más importante que la “idea”, y la “unidad” esté por encima del “conflicto”.

 

El hombre de hoy tiene la posibilidad cierta de creerle a Dios, de confiar en Él, que nunca se cansa de llamarlo, de esperarlo.

Este es el momento de creer, de confiar, de decir “si”, de volver a la casa de nuestro Padre, que nos busca y nos espera, que nos quiere. Es el momento de dejar las bellotas de un país lejano.

 

¿Seremos capaces?, ¿Seré capaz?

 

 

 

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