Preparémonos para PEREGRINAR Juntos

El sábado 5 de Octubre se realiza la Peregrinación Juvenil a Luján 2013 con el lema:

Madre, cuídá la Fe de tu pueblo que camina

Reflexionemos sobre este acontecimiento.

Cuando uno peregrina hacia la casa de nuestra Madre, lleva consigo muchas peticiones,

muchas angustias, alegrías, agradecimientos.

Pero no solo nuestros, sino también de mucha gente que nos confío esos sentimientos

para que los depositemos a los pies de la Madre de Dios.

Es así que en el peregrinar, rezando, cantando, pensando,

surge una corriente espiritual que nos abarca a todos:

a los que caminan con los pies y el corazón y también a los que peregrinan con el corazón solamente.

Es un momento en donde las redes sociales transmiten fuerza,

peticiones, sentimientos bien arraigados en el corazón.

Es un rio de gente que camina hacia nuestra Madre,

con lo que tiene, con lo que es, deseando un mundo Mejor,

pidiéndolo, comprometiendose a tratar de construirlo.

Un rio espiritual que se alimenta de corazones,

que tiene sed de Dios, de su presencia, de sus caricias.

El Documento de Aparecida nos dice al respecto sobre esta piedad popular:

259.Entre las expresiones de espiritualidad se cuentan: las fiestas patronales, las novelas, los rosarios y via crucis, las procesiones, las danzas y los cánticos del folclore religio­so, el cariño a los santos y a los ángeles, las promesas, las oraciones en familia. Destacamos las peregrinaciones, donde se puede reconocer al Pueblo de Dios en camino. Allí, el creyente celebra el gozo de sentirse inmerso en medio de tan­tos hermanos, caminando juntos hacia Dios que los espera. Cristo mismo se hace peregrino, y camina resucitado entre los pobres. La decisión de partir hacia el santuario ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero canto de esperanza, y la llegada es un encuentro de amor. La mirada del peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ter­nura y la cercanía de Dios. El amor se detiene, contempla el misterio, lo disfruta en silencio. También se conmueve, de­rramando toda la carga de su dolor y de sus sueños. La sú­plica sincera, que fluye confiadamente, es la mejor expresión de un corazón que ha renunciado a la autosuficiencia, reco­nociendo que solo nada puede. Un breve instante condensa una viva experiencia espiritual¹⁵².                                                                   

260. Allí, el peregrino vive la experiencia de un misterio que lo supera, no sólo de la trascendencia de Dios, sino también de la Iglesia, que trasciende su familia y su barrio. En los santuarios, muchos peregrinos toman decisiones que mar­can sus vidas. Esas paredes contienen muchas historias de conversión, de perdón y de dones recibidos, que millones podrían contar.

261. La piedad popular penetra delicadamente la existencia personal de cada fiel y, aunque también se vive en una mul­titud, no es una "espiritualidad de masas". En distintos mo­mentos de la lucha cotidiana, muchos recurren a algún pe­queño signo del amor de Dios: un crucifijo, un rosario, una vela que se enciende para acompañar a un hijo en su enfer­medad, un Padrenuestro musitado entre lágrimas, una mirada entrañable a una imagen de María, una sonrisa dirigida al Cielo, en medio de una sencilla alegría.

¹⁵² "El Santuario, memoria, presencia y profecía del Dios vivo'' L'Osservatore Romano, Ed. Española, 22, del 28 de mayo de 1999.

Por todo esto, no dejemos queridos Amigos de participar de esta peregrinación.

Con los pies y el corazón o solo con el corazón, con nuestro pensamiento con nuestra oración.

De esta manera, Dios se hace presente en nuestras vidas,

por que nos encontramos entre nosotros, 

nos ayudamos, pedimos por nuestras necesidades y la de los otros.

El egoismo cae, el amor triunfa y recibimos la fuerza para mejorar

y construir así un Mundo Mejor para Todos.