Nuestra Misión es Reconciliar

26.09.2013 06:14

En nuestra canción, que es como nuestro himno cantamos:

 

Nuestra misión es Reconciliar,

al Hombre con su Creador,

al hombre con el Hombre,

al hombre con la creación.

 

Para descubrir que significa esto, nos referimos al pasaje del Génesis (1;1;31),

en donde se relata la creación por parte de Dios, del mundo y del Hombre.

Cuando habla de la creación, dice el relato que Dios vió que lo que había hecho era bueno

y cuando habla del Hombre, dice que Dios vió que era muy bueno.

Este relato nos refleja el amor que Dios tiene a su creación. El ve en su obra algo bueno.

El ha hecho desde el principio una obra maestra. Con cada ser viviente, con cada astro,

con cada elemento y en especial con cada hombre.

Sí, Dios ha hecho una obra maestra con cada uno de nosotros.

El pecado y desobediencia de nuestros primeros padres, mas los que agregamos nosotros,

han hecho que esa bondad, esa perfección se vaya desdibujando, se vaya ensuciando.

Nos hemos herido y esas heridas han entrado hondo en nuestro corazón y en nuestro vivir.

Pero Dios que ve en lo profundo, ve y conoce que en cada uno de nosotros

persiste esa obra maestra que él ha hecho.

Como el Padre Misericordioso vió a su hijo desde lejos, a pesar de su estado,

él también nos ve a nosotros, y en especial a cada uno de nosotros.

En este contexto, Reconciliar significa tener la mirada de Dios.

Mirarnos primero a nosotros como el nos ve. Ver en nosotros una obra Maestra de su Amor,

seres únicos hechos a su imagen y semejanza.

Luego mirar a los demás, con esa mirada. Ver en ellos gestos, actitudes, esfuerzos, sacrificios,

que surgen de esa obra que Dios ha hecho en ellos.

Descubrir en cada hombre cercano y lejano, en el familiar y en el amigo, en el gobernante y en el trabajador,

en el pobre y en el rico, en el santo y en el pecador, esa obra maestra de Dios.

Su dignidad, su capacidad, su amor, su potencia, su belleza interior.

De esta mirada debe surgir el querer limpiarnos, sanarnos, cambiarnos de ropa,

y prepararnos para la fiesta que nuestro Padre ha querido regalarnos.

Pero es tal nuestro estado de suciedad, que solos no podemos emprender este camino.

Dios mismo tuvo que abajarse, para mostrarnos el camino.

Dios nos quiere tanto, que el mismo se hizo Camino.

Jesús, con su Muerte y Resurrección, nos muestra cuanto es el amor del Padre hacia nosotros.

Él, nos dá la mirada de Dios.

De la Reconciliación con esta mirada de Dios,

surge así un camino de Conversión, un camino de Comunión, un camino de Solidaridad.

La vida toma así otro color, por que a través de la Fe, surge la Esperanza, y nos vemos insertos en un Plan de Amor.

Emprendamos este camino de Reconciliación y así podremos participar de esa Fiesta que no tendrá fin.

 

Gracias Señor por esos amigos fieles, que nos muestran con su vida,

que Dios ha hecho en cada uno de nosotros una Obra maestra y única.

 

 

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