Nada se improvisa

10.02.2014 19:51

 

 

Nada se improvisa, todo necesita tiempo, paciencia.

Cuantas veces el hombre de hoy olvida esto.

Queremos todo ya, instantáneamente, hoy diríamos ”Quick”.

Nos parece que todo es así, apretando un botón y ya está.

Sin embargo, la realidad nos dice que todo lleva un proceso, un tiempo.

Si queremos transformar nuestra realidad, si queremos construir un mundo mejor,

debemos comprender que las cosas no cambiarán de un día para el otro.

Debemos entender que para lograr el objetivo “el tiempo es superior al espacio”, o sea

debemos trabajar a largo plazo, con un plan, paso a paso, poco a poco.

En este proceso de cambio es muy importante la inversión, o sea que debemos dar algo “hoy”,

para obtener el fruto más tarde.

También podríamos decir que la palabra inversión la podemos cambiar por educación o

generosidad o solidaridad o voluntariado, por siembra, por trabajo bajo un plan determinado.

Que interesante es comprender que este proceso puede llevarnos al éxito en algo relacionado con

 lo material, como también con lo espiritual, en algo personal como comunitario.

Que queremos decir:

 

Claramente, por ejemplo, vemos como en la Argentina, como en otras partes del mundo 

hay signos de una decadencia moral y espiritual, como también social.

Tratar de cambiar esta realidad dolorosa, solo será posible si nos ponemos a trabajar a largo plazo,

con un plan de desarrollo integral de la sociedad, en donde todos tienen algo que dar y recibir, en

donde todos tienen una misma dignidad, la de ser hermanos. En donde lo trascendente no es

ninguneado y  tiene una Palabra que dar.

Con tiempo, con ciencia (Razón), pero también con Fe (con Dios).

No atando con alambre, no con improvisación, no con materialismo, sino con responsabilidad, con

proyecto, con el cuerpo y con el espíritu.

Nosotros creemos que solo así nuestra realidad cambiará para bien.

Y este comentario también lo podemos aplicar a cuestiones personales.

Muchos ejemplos de esto tenemos en los santos, que al verse lejos de Jesús, 

procuraban con esfuerzo y con un plan desarrollar las virtudes.

También nosotros lo podemos y debemos hacer.

Nos parece que esto tampoco se improvisa. Empecemos pidiendo la fuerza, 

la Gracia al Señor, para trabajar con un objetivo claro, con un plan claro y a largo plazo, 

que tenga en cuenta nuestro bien y el de toda la sociedad que integramos, como la

opinión de nuestro Creador que algo tiene que ver en todo esto.

 

 

 

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También esperamos sus comentarios, críticas y aportes.

Gracias y que Dios los Bendiga.

 

 

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