Los Signos y el Silencio
21.03.2013 08:55
Que importante es para todo hombre reconocer los signos que se nos presentan a diario.
Es necesario descifrarlos, por cuanto ellos nos guían en nuestra vida.
Pongamos algunos ejemplos:
Cuando las nubes se amontonan y su color se va tornando oscuro, es signo de que pueden aparecer tormentas y lluvias.
Cuando las plantas se van poniendo verdes y van floreciendo, es signo de que la primavera está llegando.
Cuando en el camino hay señales de advertencia o de precaución, es signo de que algo distinto está por llegar.
Y así como estos ejemplos, todos podemos aportar muchos.
¿Esos signos para que están?
Creemos que están para nuestro bien. Para advertirnos que debemos tomar decisiones importantes.
Un navegante de la vida, debe estar atento a esos signos, que la VERDAD le va mostrando.
¿Cómo podemos estar atentos a ellos, ya que son muy importantes para nuestro porvenir?
Creemos que ello se consigue estando en silencio, pensando, teniendo ratos de reflexión, que nos permitan reconocerlos y así meditar el sentido de esos signos.
En la vida moderna, tan agitada y tan convulsionada, es difícil a priori, tener esos ratos de silencio. Es verdad, pero también es verdad que es cuestión de ser originales y creativos.
En ese sentido podríamos aprovechar momentos de nuestro día, que aparentemente son inútiles, pero que si los reconvertimos nos servirían para este propósito. Por ejemplo los ratos que utilizamos para caminar o hacer ejercicios o en vez de movilizarnos en auto o colectivo, hacerlo caminando, y a medida que caminamos, pensamos y entramos dentro nuestro.
A medida que caminamos vamos viendo a nuestro alrededor y contemplamos los signos que la VERDAD nos muestra.
Aprovechar 5 minutos todos los días, sin tele ni radio, en silencio.
Un poco hoy, un poco mañana. Quizás con un buen libro, o mirando los árboles, el cielo.
La vida va teniendo otro color. Los cielos se abren, porque nuestros ojos y nuestro corazón se abren.
Empezamos a comprender lo que antes no comprendíamos y empezamos a gustar del silencio y la contemplación.
Empezamos a ver que los signos que se nos presentan a diario tienen un sentido y que hay algo más, detrás de ellos.
Que no son una casualidad, sino que detrás de ellos vemos a ALGUIEN.
ALGUIEN que nos quiere, nos llama y nos espera.
Interesante ver que los signos no solo están para las personas sino que también están para las comunidades y los países.
Para el HOMBRE todo.
En REMAR MAR ADENTRO, creemos que son tiempos de cambio. Tiempos de hinchar nuestros pechos y nuestros corazones.
Tiempos de entrar dentro de nosotros, para contemplar los signos que nos indican el camino.
¿No lo notan ustedes?
Hagamos esa experiencia. De nuestra reflexión dependen muchas cosas y mucha gente.
¿Cómo vamos a transformar nuestras vidas, nuestras casas, nuestras comunidades, ciudades, nuestros países, el MUNDO ENTERO, sino hacemos silencio? Si no pensamos.
Recordemos lo que nos decía nuestro Joven Navegante en el artículo ¡¡¡Gracias!!! Ref.: 15, 16 y 20.
“El silencio es capaz de abrir un espacio interior en lo más íntimo de nosotros mismos, para hacer que allí habite Dios, para que su Palabra permanezca en nosotros, para que el amor a él arraigue en nuestra mente y en nuestro corazón, y anime nuestra vida.”(15)
“No tengamos miedo de hacer silencio fuera y dentro de nosotros si queremos ser capaces no sólo de percibir la voz de Dios, sino también la voz de quien está a nuestro lado, la voz de los demás.”(16)
“Este es otro aspecto que corremos el riesgo de perder en el mundo ruidoso y disperso en el que vivimos: la capacidad de pararnos y mirar en lo profundo de nosotros mismos, y de leer esta sed de infinito que llevamos dentro, que nos impulsa a ir más allá y nos refiere a Alguien que la pueda llenar.” (20)
Otros momentos especialísimos para el silencio y la reflexión son los tiempos de vacaciones, los fines de semana y en especial el DOMINGO.
Los invitamos a experimentarlo.
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