La Mansión del cielo
09.03.2014 07:16
Hola Remar Mar Adentro
Tiempo de cuaresma, tiempo de conversión, tiempo de reconciliación, tiempo de bendiciones y gracias para la práctica del bien, tiempo de edificar...
Cada uno recibirá lo que ha merecido.
Cuéntase que una señora de sociedad, soñó que moría y que junto a 120.000 personas que mueren por día, llegaba al cielo para ver cuál era su destino eterno...
San Pedro los invitó a acompañarlo para indicarles el barrio y la casa que le correspondía a cada uno. Así llegaron a un barrio donde todas las casa eran de oro. San Pedro dijo:"aquí entran todos los que ayudaron generosamente a los demás"...y fueron entrando los generosos, los que partieron el pan con el hambriento, los que visitaron a los enfermos y presos, los que dieron ropa a los pobres...La señora quiso entrar, pero un ángel la detuvo diciéndole:"perdone, pero usted en la tierra no dio nada que en verdad le costara, ni en tiempo, ni en dinero, ni en vestidos. Este barrio es solo para generosos. Y no la dejó entrar.
Entristecida la mujer, veía que entraban miles de personas a tomar posesión de su habitación eterna, mientras que ella con otros egoístas eran llevados cuesta abajo a un barrio feo. Todas las habitaciones estaban construídas con basuras.
El olor era insoportable. ratones, lechuzas, pulgas y moscas...la mujer quiso salir huyendo, pero el guardían del barrio le dijo:"una de estas casa será su habitación". La mujer gritó que no, que eso era horrible, que jamás podría vivir en un montón de basura. Y el guardián le respondió:"me da pena señora, pero aquí las casa se construyen con las cuotas de obras buenas que la gente manda desde el mundo. usted solo nos enviaba egoísmos, tacañerías, odios , envidias...¿qué más podríamos haberle construido?
la mujer comenzó a llorar, a protestar, y a querer zafarse de las manos de quien la quería hacer entrar en aquella pavorosa habitación, dio un salto....y se despertó.
Reconoció que había sido una pesadilla, pero le sirvió para hacer un examen de conciencia, y desde entonces comenzó a enviar cuotas de buenas obras para su casa en la eternidad, empezó a ser generosa con los necesitados, a tener buen trato con los pobres y humildes.
Recordemos que el amor mejora y perfecciona al hombre, el egoísmo y el pecado lo perjudica y daña. La congelación o dureza del corazón, por el egoísmo, es una disposición que repugna al Amor.
Pidamos al Señor, luz para conocernos de verdad, y el calor de su Amor para que descongele nuestro corazón, que lo sacuda con su Espíritu para que tenga vida y sensibilidad...cuidemos que tenga la buena temperatura de la caridad, para ser cada día más sus amigos, y saboreando Su Amor podamos amar al prójimo, vencer nuestro egoísmos, vicios y pasiones desordenadas, que enfrían el Amor, que nos vuelven estériles e incapaces de aspirar a las mansiones eternas, porque según la caridad de esta vida, se distinguirán las mansiones del cielo (santo Tomás).
En éste nuevo tiempo, tenemos nueva oportunidad, si nos detenemos a pensar y a hacer....
¡Aprovechémoslo!
Qué pasen lindo día! Saludos
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