La Historia de la Salvación en nuestras vidas
12.03.2015 08:49
Que hermoso es comprender que Dios es un Padre, Bueno, Misericordioso, que nos cuida y nos ama.
Y comprender esto en nuestra propia vida, con nuestra experiencia.
Si somos dóciles a la voz del Señor, y nos dejamos educar, el va preparando nuestro espíritu,
nuestra mente para recibir su Palabra.
¿Pero cómo ser dóciles a su voz?
Escuchando su Palabra, meditándola. No despreciando los ritos y sacramentos que Él instituyo.
En la medida que somos fieles a esto, vemos como la historia de la salvación se dá en nuestras vidas.
Somos testigos concientes de su acción en nuestras vidas. De su Alianza con nosotros, de su predilección.
Vemos sus desvelos cuando nos alejamos de Él, y nos espera.
Sentimos nuestro hambre de felicidad, cuando estamos lejos de Él.
La vida se nos convierte en un desierto si se nos oculta su presencia.
Pero del mismo modo que a Israel, el siempre envía a sus profetas que nos guían,
que nos indican el camino del Señor.
Y por sobre todo, nos ha dado a su Hijo, cabeza de un Pueblo que es la Iglesia,
el Cordero de Dios que quita mi pecado y el pecado del mundo.
Él, que es el Camino, la Verdad y la Vida.
Con este Espiritu, todo tiene sentido, por que Jesús se lo dá.
La Palabra de Dios no es una palabra muerta, vieja, pasada,
sino que es una Palabra Viva, actual y mi vida está en ella.
Y esto pasa por que no soy una casualidad, sino una idea hecha realidad por Alguien que me ama.
Ante esto, la vida se convierte en un buscar el rostro de Dios,
que me habla en medio de la realidad cotidiana.
Me habla diciéndome, Yo te quiero, tú ¿me amas?.
Y nuestra felicidad está en decirle cada vez con mayor fuerza y convicción, con todo lo nuestro,
Señor, Tú sabes que te amo.
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