El todo es superior a la parte

04.02.2014 20:34
 
El Papa Francisco en la exhortación Evangelii Gaudium, nos decía:
 
221. Para avanzar en esta construcción de un pueblo en paz, justicia y fraternidad, hay cuatro principios relacionados con tensiones bipolares propias de toda realidad social . Brotan de los grandes postulados  de la Doctrina Social  de la Iglesia, los cuales constituyen «el  primer y fundamental  parámetro de  referencia para la interpretación y la valoración de los fenómenos sociales».[181].
 
Estos principios son:
 
* El tiempo es superior al espacio
 
* La unidad prevalece sobre el conflicto.
 
* La realidad es mas importante que la idea.
 
* El todo es superior a la parte.
 
En artículos anteriores, desarrollamos con textos de la citada exhortación el primer, segundo  y tercer principio. 
Ahora es el turno del cuarto de ellos:
 
El todo es superior a la parte
 
234. Entre la globalización y la localización también se produce una tensión. Hace falta prestar atención a lo global  para no caer en una mezquindad cotidiana. Al  mismo tiempo, no conviene perder de vista lo local, que nos hace caminar con los pies sobre la tierra. Las dos cosas unidas impiden caer en alguno de estos dos extremos:  uno, que los ciudadanos vivan en un universalismo abstracto y globalizante, miméticos  pasajeros del  furgón de cola, admirando los fuegos artificiales del  mundo, que es de otros, con la boca  abierta y aplausos programados; otro, que se conviertan en un museo folklórico de ermitaños localistas,  condenados a repetir siempre lo mismo, incapaces de dejarse interpelar por el  diferente y de valorar la belleza que Dios derrama fuera de sus límites.
 
 
235. El  todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de ellas. Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo sin evadirse, sin desarraigos.  Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil  y en la historia del  propio lugar, que es un don de Dios.  Se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia. Del  mismo modo,  una persona que conserva su peculiaridad personal  y no esconde su identidad, cuando integra  cordialmente una comunidad, no se anula sino que recibe siempre nuevos estímulos para su propio  desarrollo. No es ni  la esfera global  que anula ni  la parcialidad aislada que esteriliza.
 
236. El  modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante  del  centro y no hay diferencias entre unos y otros. El  modelo es el  poliedro, que refleja la  confluencia de todas las parcialidades que en él  conservan su originalidad. Tanto la acción pastoral   como la acción política procuran recoger en ese poliedro lo mejor de cada uno. Allí  entran los pobres  con su cultura, sus proyectos y sus propias potencialidades. Aun las personas que puedan ser  cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe perderse. Es la conjunción de los  pueblos que, en el  orden universal , conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas  en una sociedad que busca un bien común que verdaderamente incorpora a todos.
 
237. A los cristianos, este principio nos habla también de la totalidad o integridad del  Evangelio que la Iglesia nos transmite y nos envía a predicar. Su riqueza plena incorpora a los académicos y a los obreros, a los empresarios y a los artistas, a todos. La mística popular acoge a su modo el  Evangelio entero, y lo encarna en expresiones de oración, de fraternidad, de justicia, de lucha y de fiesta. La Buena Noticia es la alegría de un Padre que no quiere que se pierda ninguno de sus pequeñitos. Así  brota la alegría en el Buen Pastor que encuentra la oveja perdida y la reintegra a su rebaño. El  Evangelio es levadura que fermenta toda la masa y ciudad que brilla en lo alto del  monte iluminando a todos los pueblos.  El  Evangelio tiene un criterio de totalidad que le es inherente:  no termina de ser Buena Noticia hasta  que no es anunciado a todos, hasta que no fecunda y sana todas las dimensiones del  hombre, y hasta  que no integra a todos los hombres en la mesa del  Reino. El  todo es superior a la parte.
 
 

 

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