El Buen Pastor

27.04.2015 20:31

 

REFLEXIONES  DE UN GUSANO (Perdón al gusano), QUE ES HIJO DE DIOS

 

 

El Buen Pastor

Cuantas veces se presentan momentos oscuros, que uno no ve la salida. Uno se siente solo, seco, la vida parece un gran desierto y sin embargo uno ansía otra cosa. Uno va viviendo sin rumbo, sin horizonte, como oveja sin pastor.

Doy gracias, porque hoy sé con todo lo que soy, con todo lo mío, que tengo un Pastor.

Ese Pastor es, Jesús de Nazaret, hijo de María y de José, Hijo de Dios, Dios hecho Hombre.

Él es el Buen Pastor.

Y esto no lo digo solamente porque me lo enseñaron, porque me lo transmitieron, sino que lo he experimentado en mi vida y no puedo callar lo que he visto y oído.

Él siempre me acompaña, me conduce. Solo debo tratar de ser fiel a su Palabra, que me llega a través de su Iglesia, confiar en su Amor y en su Poder.

Con Él no me siento sólo, aunque esté solo. Con Él soy valiente aunque conozco mi cobardía. Con Él la vida cambia, no es en blanco y negro, sino que es en colores. Con Él los demás no son peldaños sino que son Hermanos. Con Él tengo futuro.

Él no es un talismán, o un objeto de la suerte. Él es una Persona, humana y divina, que me habla, y me escucha. No lo veo con los ojos de mi cuerpo, pero lo veo con los ojos de la Fe.

Creo que daría mi vida por Él y si esto no es así, deseo algún día que así sea, porque nada vale la pena,  sino el ponerlo contento y no defraudar su amor hacia mí, su predilección.

¿Por qué escribo esto?

Es que hoy, el hombre de hoy, más que nunca está como oveja sin pastor. Creemos conocerlo todo, saberlo todo y sin embargo nuestra vida está cada vez peor. No tenemos alegría, ni serenidad, no tenemos confianza en los dirigentes. Nuestros hijos se pierden en el camino de la mundanidad, en la droga, el sexo, el libertinaje, y todo por no tener un buen pastor.

Bueno, yo encontré ese Buen Pastor. Él me habla, yo lo escucho y trato de ser fiel a esa Palabra. Y puedo hacer mías estas:

 

 

El Señor es mi Pastor, ¿Qué me puede faltar?

En praderas cubiertas de verdor, Él me hace descansar.

Me conduce a las aguas de quietud,

y repara mi fuerzas.

 

El me lleva por el recto camino,

por su inmensa bondad,

aunque cruce por oscuras quebradas,

ningún mal temeré,

me siento seguro Señor,

porque tú estás conmigo.

 

Ruego a mi Señor, que es tú Señor, nuestro Señor, te de la gracia de experimentar su cercanía, su amor, su predilección hacia ti.

Él lo quiere,…………………………¿Tú lo quieres?

 

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