¡¡¡ ANIMATE !!! Nuestros seres queridos nos esperan.

El 2 de Noviembre es el día en donde la Iglesia toda, ora por los fieles difuntos.

Rezamos para que se acorten los días que esperan, para llegar al cielo.

Es un día de recuerdos, tristezas, llantos, pero también de una alegría profunda,

sabiendo que algún día Dios nos unirá, con ellos, en el cielo.

A veces se hace difícil no tenerlos, no mirarlos a los ojos

y decirles que los queremos, que los extrañamos.

Pero Dios, que es un Padre tan Bueno, ha inventado algo,

para que estemos todos juntos, sin esperar a la vida eterna.

En cada acción de gracias, en cada eucaristía, toda la iglesia participa.

La del cielo, la purgante y nosotros la peregrinante.

Cada oración, cada canto, es realizado por nosotros y también por ellos.

Cuando elevamos nuestra alabanza en el Santo ellos cantan junto con nosotros.

Cuando el sacerdote eleva el cuerpo y sangre de nuestro Señor,

diciendo, “Por Cristo con El y en El, a Ti Dios Padre, omnipotente Dios,

en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria,

por los siglos de los siglos”,

todos, ellos y nosotros, respondemos Amén, a una sola voz.

La Santa Misa es la oración de intercesión por excelencia,

porque es la que el Hijo de Dios realiza

por todos los hombres a su Padre.

No desaprovechemos este anticipo de Vida Eterna.

Acerquémonos a participar de la  Santa Misa,

de esta acción de gracias.

Acerquémonos, con humildad, como el publicano,

que veía y sentía que era pecador, pero que también

sabía del amor de Dios, de su  paciencia y su misericordia.

Si somos fieles, el Señor nos irá

haciendo participar más y mejor en esta fiesta.

Allí nos están esperando nuestros seres queridos,

y juntos podemos participar de un banquete

que anticipa la fiesta eterna, en donde todos,

si somos fieles a lo que conocemos y sabemos,

cantaremos alegres cantos nuevos de alabanzas al Señor.

¡¡¡ Animáte !!!, nuestro Padre y nuestros hermanos nos esperan.